EL ENOJO Y LA IRA

· La sociedad de estos últimos días está y vive así, enojada con Dios, el sistema, etc. (Mateo 5:38-48).
· Muchas de estas cosas y creo también que todas ocurren por falta de dominio propio y equilibrio interior. (Col. 3:8,9) (2ª Ti. 1:7).
· Falta de amor propio, la cual hace penosa la convivencia familiar y social. También afecta la relación personal (Prov. 29:11) (Mt. 5:22) (Ef. 4:26,27) (Prov. 15:18).

1. El enojo puede ser:
  • Pasajero: Es aquel al cual no le dejamos reposar en nuestro corazón, pues el enojo puede provocar no sólo amargura, sino también odio y rencor y hasta venganza,
  • Insistente: es aquel que le abre las puertas al diablo. La Biblia dice: airaos pero no pequéis. No dejemos que nuestro enojo repose en nuestro corazón, antes de que se ponga el sol debemos desechar toda malicia de nuestro ser. por eso una persona que deja obrar al enojo, puede tener problemas para perdonar y para pedir perdón. Es natural que en una situación difícil el humano sienta ira, pero hay que controlar esa actitud antes de que sea pecado (Sal. 37:8) (2ª ti. 2:24,25).
2. El enojo nos hace perder la paz con Dios, es muy obvio que cuando vayamos a orar no podamos entrar en la presencia del Señor, pues el enojo es una barrera que nos impide tener paz y comunión espiritual.
  • Sabemos que la ira excita e insita al hombre a hacer lo malo y también nos puede llevar a aborrecer al prójimo.
3. La amargura se degenera en enojo porque provoca mal humor, desánimo, y nos hace responder muchas veces con palabras ásperas. Dice la palabra que los necios dan rienda suelta a toda su ira ¿por qué?: porque no tienen dominio propio, actúan según la carne, en cambio los sabios al fin la sosiegan (Prov. 29:11) No seamos necios, seamos espirituales y busquemos esa templanza que el Señor da.

4. Es muy importante NO justificar y rusticar el enojo diciendo:

  •  Así soy yo.
  • No puedo con mi genio (Fil. 4:13).
  • Dios me usa así tal como soy.
  • Dios ya me va a cambiar (recordemos que dejar la vieja vida es totalmente voluntario, a veces esperamos que Dios nos cambie pero no hay un esfuerzo en nosotros para poder morir a nuestras pasiones y deseos).
5. La actitud del enojo arremete, insulta, discute, maltrata y por sobre todas las cosas atenta contra el amor al prójimo.

6. Es importante reconciliarse con las personas lo antes posible y no esperar a que haya santa cena para hacerlo. (Gá. 5:19-24)
· El enojo puede provenir de:

  • Conflictos no solucionados: pareja, familia, trabajo, amigos, economía, etc.
  • Maltrato de otros: Abuso verbal o sexual (el cual puede guardar muchas raíces de amargura) etc. Pero qué nos enseña Dios (1ª P. 3:8-18).
  • Rechazo social: dicrminación, desigualdad, injusticias, etc.
7. El enojo es el simiento de la sociedad moderna, y muchos cristianos caen en el error de justificarlo, contra el gobierno, la corrupción, la discriminación, pero la Biblia nos enseña a ser pacificadores y no fomentadores del enojo contra lo que no estamos de acuerdo.
  • debemos aprender a no sacarle en cara los errores a los demás. eso no es biblico y es anti-cristiano.
  • debemos aprender a darnos cuenta que no estamo excentos de pecado.
  • debemos entender que tanto los politicos, los grandes empresarios, los explotadores, necesitan de nuestras oraciones porque son personas que no conocen a Dios y tambien tienen derecho de conocerlo.
CONCLUSION

Si todavía a hay resentimiento en tu corazón contra la sociedad de hoy, Cristo te dice, si no perdonas a los hombres sus ofensas yo tampoco perdonaré tus ofensas en contra de los hombres.

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